De vez en cuando nos llega algún cliente al taller con la intención de reparar una réplica o falsificación, entonces le informamos amablemente que no reparamos este tipo de relojes.
pero.. por qué?
La respuesta tiene algunos argumentos, pero el primero y más claro es que no disponemos de un proveedor al que llamar para pedir recambios, estos relojes supuestamente “no existen” y cuando lo compras nadie te da la más mínima garantía de lo que compras. (Otro argumento que tienen los fabricantes de este tipo de reloj para hacer un producto “muy barato” que suerte tienes si dura más allá del tiempo que estás en el sitio o País donde lo compras).
no disponemos de un proveedor al que llamar para pedir recambios
Es verdad que con el tiempo este tipo de reloj está ganando algo más de calidad, llegando a parecerse cada vez más y más al reloj que imita. Los hay incluso hechos de oro, con grabados muy similares en la tapa o con maquinarias que a simple vista se parecen bastante a la original.
Sin embargo, todo lo que luce por fuera no tiene porque lucir por dentro, sobretodo a nivel técnico. Como relojeros nos parece poco menos que un milagro que en China puedan fabricar un reloj entero con costes tan ridículos como los que manejan, sin embargo y a pesar de sus continuados esfuerzos, estos relojes todavía están lejos de funcionar bien o ofrecer fiabilidad a medio o largo plazo.
La razón principal de que hagan este tipo de producto y de esta forma está muy clara: Para que quieras comprarlo tiene que tener un precio muy asequible, y un reloj mecánico o automático de calidad siempre tendrá un mínimo de costes bastante más elevado.
Para que quieras comprar tiene que tener un precio muy asequible
Por eso cuando se compra una imitación/falsificación/réplica se debe estar dispuesto desde el momento de la compra a que cuando se estropee el reloj hay que desecharlo ya que nadie te va a ofrecer soporte técnico.
Usar y tirar, si estás dispuesto, adelante.
Entre los muchos defectos que un técnico se puede encontrar con este tipo de reloj están los defectos de fabricación de todo tipo, en la maquinaria nos podemos encontrar con dentados y piezas mal acabadas, con diferencia de longitud entre dientes de las ruedas, rugosidades, trozos de metal con rebabas, desgastes prematuros muy acentuados por falta de componentes clave como los rubíes etc. En la caja es frecuente que las roscas de fondo y carrura tengan rugosidades y comprometan un encaje correcto.